Hermoso lugar llamado Los Quetzales Blog
Un hermoso lugar llamado Los Quetzales, que me quitó el aliento desde que llegué. A pesar de que no soy amante del frío, el lugar enamora desde el primer momento con unos paisajes que le ganan a la imaginación.
El clima se vuelve más fresco, en mi caso ya sentía frío porque siempre he sido friolenta. La vegetación, el aire puro, el silencio y la tranquilidad que se siente en el lugar permite disfrutar de una paz increíble.
Como éramos un grupo grande tomamos las habitaciones que contaban con chimenea, baño propio y agua caliente. Lo que me llamó la atención fue que, para ese momento hace unos años ya contaban con agua caliente de manera ecológica.
Para calentar el agua, utilizaban unos paneles solares que se conectaban con las tuberías de agua. Algo que en la actualidad resulta más común, pero en ese momento no lo era y menos en el interior de mi país.
El mismo hotel ofrece diferentes paseos o actividades al aire libre, dependiendo de lo que uno decida realizar. Tenían unos pequeños caballos, para dar un paseo a los niños en su jardín interno.
Otra opción fue la aventura que decidimos hacer, que no creíamos fuera tan complicada. Fue bastante fuerte para mí que no estaba a costumbrada ni a la temperatura, humedad y lluvia dentro del bosque.
Caminar dentro del bosque con tanta humedad, con la lluvia que no dejó de caer durante todo el trayecto complicó el camino. Era una subida no muy empinada, pero que la tierra al estar tan mojada atrapaba mis botas en cada paso.
Sí, les aclaro que desde el hotel ya salíamos en una especie de vagón adecuado para la aventura forrado en unos plásticos que se cerraban o abrían. El mismo lo mueve una especie de tractor, para poder moverse por el camino.
El camino no se puede transitar en otro tipo de carro porque era bastante irregular, además que estaba demasiado fangoso. También porque perdí la cuenta de cuantos ríos cruzamos o si era el mismo en diferentes puntos, la verdad no sé.
Se me hizo eterno llegar a nuestro destino, de pronto porque quería llegar rápido. Al llegar nos dieron las instrucciones, luego debíamos caminar una pequeña subida a un lugar donde nos colocamos botas de lluvia.
En dicho lugar apreciamos gran cantidad de aves, que llegaban a tomar miel en unos contenedores especiales que les tienen. Verlos llegar con la posibilidad de apreciarlos tan de cerca, fue increíble.
Allí empecé a preocuparme de que lo que nos esperaba no iba a ser un camino sencillo, pero no quedaba más que seguir. Sin imaginar lo que realmente me esperaba, desde que las manos sin empezar a caminar ya las tenía azules.
Por suerte logré alcanzarlos antes que el camino se volviera realmente complicado, donde a cada paso que daba se me quedaba la bota enterrada en el lodo. Desde ese momento, se me olvidaron mis manos azules y la falta de aire.
La vegetación era increíble en todo el trayecto, hasta llegar a una hermosa cascada que era el final del paseo. Se lograba escuchar unos minutos antes de terminar de subir, hasta lograr verla completa.
Con el frío claro que no provocaba bañarse, pero ver la fuerza del agua y la hermosa vista valió la pena. Al regresar no creas que fue sencillo, porque era bajar todo ese camino completamente mojado y enlodado.
Fue toda una aventura en medio de la naturaleza, que nos permitió disfrutar de ella y apreciarla aún más. Para en lo posible cuidarla, porque el hombre difícilmente logrará igualarla.
¿Has realizado una caminata en los Quetzales? ¿O has realizado una caminata en algún bosque húmedo? En los comentarios, puedes contarnos tú experiencia para así aprender todos juntos o para conocer nuevas aventuras.
Cuidemos nuestra flora y fauna, para mantener nuestro planeta hermoso y lograr que vuelva a tener un equilibrio. Es donde vivimos todos, además que esa misma flora y fauna nos protege o nos permite seguir vivos.
¿Quieres saber dónde queda este hermoso lugar? Solamente deja en los comentarios que deseas información del lugar, para darte los datos y así puedas disfrutar de una experiencia y aventura increíbles.