Laguna de San Carlos Blog
La Laguna de San Carlos es un lugar que parece de cuentos, porque el camino para llegar no te prepara para lo hermoso del lugar. El clima cambia muchísimo, que hasta a pleno sol parece un leve aire acondicionado.
El camino es una subida bastante pronunciada, pero la vegetación no es muy abundante. La carretera no es muy amplia, permite apreciar el paisaje y la vegetación que hay en el horizonte.
Al llegar al final del camino que es como la cima, hay que empezar a bajar un camino algo pronunciado. Desde que estas llegando a la cima, puedes ver un poco de lo que te espera sin que logres ver mucho.
Al llegar quedas sin palabras de lo bello del lugar, es un inmenso lago rodeado de como unas montañas que parecen de alguna especie de piedra. Entre las piedras, se aprecia la vegetación hasta la parte más alta que se logra ver.
Se logra sentir una brisa muy agradable, lo curioso es que no me explico cómo llega hasta el lago. Lo digo porque estamos en la parte más baja de esas montañas de rocas, lo que en mi opinión la brisa debería estar en la cima.
Desde que llegas puedes sentir el cambio de clima, agradable con un aire puro para relajarse. Tanto así que uno olvida que no ha salido de Panamá, porque ver tanta naturaleza estando tan cerca de la ciudad parece increíble.

Una parte alrededor del lago es bastante plana, como si fuera una alfombra verde que es la hierba que cubre el suelo. Invita a dar un paseo por el lugar, al ser bastante plano y cómodo para caminar.
Un ambiente agradable, para olvidar el estrés del día a día sin necesidad de recorrer largas distancias. Para los que les gusta acampar, debe ser una experiencia inolvidable.
Logré ver aves que utilizaban los vientos, para desplazarse sin tener que agitar sus alas. La montaña que rodea el lago parece, como si lo hubieran hecho para protegerlo.
A pesar del poco tiempo que estuve y que no lo recorrí completo, se me olvidó todo por el tiempo que estuve. Es extraño, pero no parece que fuera un lugar en Panamá por la vegetación y el clima.
Algunos de los que estaban en el lago, estaban bañándose lo que no creo que llegue hacer porque soy muy friolenta. Pero al parecer si me guío por lo felices que se veían, no tenían problema con el frío.
La naturaleza no solamente nos da el oxígeno y los alimentos, también nos brinda paisajes maravillosos para cuidar nuestra mente. Porque lugares tranquilos y hermosos dan mucha paz y tranquilizan nuestra mente y alma.


Encontremos la manera de vivir en armonía con la naturaleza, para seguir manteniendo esos lugares que nos dejan sin aliento. Logrando seguir creando, de una manera que no afectemos el ambiente.
No es sencillo, pero si lo intentamos pronto se logrará encontrar la mejor manera de lograr avanzar sin destruir lo que nos rodea. Que han estado allí muchos años, manteniendo el ecosistema adecuado para nosotros los humanos.
Es un lugar tan agradable para realizar diferentes actividades al aire libre, disfrutando el aire puro. Muchas familias disfrutaban del lugar, en especial los niños que corrían libres por el lugar.
Solamente estuve un momento, pero valió la pena sin dudarlo un minuto. Lo volvería a hacer, tratando de tener la oportunidad de estar más tiempo para disfrutar y descansar del ruido y la contaminación.
¿Has visitado la Laguna de San Carlos en Panamá? Puedes darnos tú opinión y contarnos tú experiencia, allí o en algún otro lugar que te haya quitado el aliento como lo hizo esta laguna.
Para entre todos apoyarnos y conocer rincones diferentes de nuestro país, siempre cuidándolos para mantenerlos sin basura. De igual manera sin talar los árboles o afectar el ecosistema del lugar, para seguir disfrutándolos muchos años más.
